¿Qué es la operación de menisco?
La cirugía de menisco puede ser una de las cirugías más complejas a realizar en la rodilla del paciente. Dependiendo de la situación y de cada caso, pueden aplicarse diferentes cirugías como son: la sutura meniscal, la resección parcial o meniscectomía y los trasplantes de menisco.
La rotura de menisco es una de las lesiones de rodilla más comunes junto al ligamento cruzado anterior, especialmente entre deportistas. Se produce por una rotura o un desgarro del fibrocartílago, que actúa como amortiguación entre la tibia y el fémur, conocido como menisco. Cuando esto sucede, la opción para su curación es la operación de rodilla mediante artroscopia.
El menisco tiene una función fundamental en la articulación de la rodilla, ya que ayuda a distribuir el peso en la articulación y afecta, directamente, en su estabilidad.
Síntomas de la posible rotura de menisco
Para detectar si hemos sufrido o no una rotura de menisco, los síntomas que podemos identificar son muy significativos y parecido a los de la rotura del ligamento cruzado anterior. En primer lugar, cuando se produce la rotura notaremos un dolor sordo y agudo en la zona de la rodilla, que, seguidamente, nos impedirá recuperar la movilidad de esta de manera parcial o total. Esta inmovilidad y debilidad articular impedirá al paciente, en muchos casos, realizar actividades habituales, incluso, caminar en algunos estados de la rotura.
Además, después del dolor se suele presentar una inflamación en la rodilla, que hace que esta aumente su volumen.
Causas por las que puedes sufrir una rotura de menisco
Al igual que la rotura de menisco anterior cruzado, los factores por los que puede producirse una rotura de menisco son variados. Sin embargo, todos tiene en común un precedente único: un movimiento brusco de la rodilla.
En algunos casos, sin embargo, no depende tanto de la brusquedad de los movimientos, sino que se puede deber a causas degenerativas. En estos casos, la rotura del menisco se produce por un desgate del cartílago. Este hecho suele producirse en pacientes de enfermedades degenerativas, tales como la artrosis o la osteoporosis. Estas roturas son comunes en personas de edad avanzada.
Por otro lado, se diferencian las roturas traumáticas, que están producidas por un impacto brusco en la articulación, como mencionábamos al principio.
También hay otro tipo de roturas de menisco conocidas como las roturas mecánicas, que se deben a malas posturas o disposición de la articulación, que provoca un mal funcionamiento de la misma. Este tipo de roturas son más comunes entre deportistas.
¿Cómo se trata la rotura de menisco?
Tratamientos existentes
Uno de los tratamientos más efectivos y aplicados generalmente para las roturas de menisco es la fisioterapia y rehabilitación de rodilla. Una vez que se le ha realizado la operación al paciente, se realiza un tratamiento con fisioterapia posterior a la cirugía para rehabilitar la articulación.
Este tratamiento se centra en ejercicios para recuperar el fortalecimiento y la estabilidad de la articulación, con el objetivo de que el paciente pueda recuperar sus actividades habituales con la mayor brevedad y normalidad posible.
Algunas de las técnicas empleadas en fisioterapia son la liberación de adherencias de los tejidos de la articulación y masajes drenantes para la evacuación y reabsorción del líquido inflamatorio.
Beneficios de nuestros tratamientos
- Ayudar al paciente en su recuperación, evitando que caiga en un sedentarismo que le haga perder capacidad muscular
- Agiliza el tiempo de recuperación después de la cirugía
- Fortalece de nuevo la articulación
- Favorece la recuperación de la movilidad y estabilidad de la pierna
Tal y como explicamos, el tratamiento con fisioterapia para la rotura de menisco puede ser muy beneficioso para el paciente, sin embargo, es importante elegir un profesional adecuado que nos ayude en este proceso de recuperación.
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